Después de leer el capítulo 5 del libro Cómo hacer que te pasen cosas buenas de Marian Rojas Estape, me quedé pensando seriamente en cómo estoy viviendo mi día a día. Me hizo darme cuenta de que muchas veces no estoy realmente presente. Mi mente se distrae con recuerdos del pasado, con errores que ya no puedo cambiar, o con preocupaciones sobre lo que vendrá. Y mientras tanto, el momento presente se me escapa. Me pregunté: ¿a qué le estoy prestando atención? Y la respuesta me sorprendió. Me di cuenta de que, sin querer, he estado enfocándome más en lo negativo. Me detengo en lo que me falta, en lo que no salió como esperaba, en lo que me duele. Y aunque hay muchas cosas buenas en mi vida, no siempre les doy el valor que merecen. Es como si mi atención estuviera entrenada para ver lo que está mal antes que lo que está bien.
También noté que hay cosas que estoy dejando por fuera, cosas que podrían ayudarme a crecer. A veces me cierro a nuevas experiencias por miedo, o dejo pasar oportunidades por estar demasiado enfocada en lo que ya conozco. No siempre me permito salir de mi zona de confort, y eso me limita. Hay personas, ideas, proyectos y momentos que podrían enriquecerme, pero si no les prestó atención, simplemente pasan de largo. Este capítulo me hizo reflexionar sobre la importancia de vivir el presente con conciencia. De estar realmente aquí, ahora. De mirar lo que tengo con gratitud y de aprender a dirigir mi atención hacia lo que me hace bien. A partir de ahora quiero cambiar mi enfoque. Quiero entrenar mi mente para ver lo positivo, para valorar lo pequeño, para disfrutar lo cotidiano. Quiero dejar de vivir en piloto automático y empezar a vivir con intención.
Sé que no será un cambio inmediato, pero estoy dispuesta a intentarlo. Quiero prestar atención a lo que me nutre, a lo que me inspira, a lo que me conecta con los demás y conmigo misma. Porque al final, lo que decido mirar, lo que decido sentir, lo que decido pensar… es lo que construye mi vida. Hoy elijo mirar con ojos nuevos. Elijo ver la belleza en lo simple, la fuerza en lo pequeño y la esperanza en lo cotidiano. Porque cuando presto atención al presente, descubro que la vida está llena de regalos esperando ser reconocidos. Y ese, quizás, es el primer paso para que me pasen cosas verdaderamente buenas.
Lic. Claudia, gracias por este tipo de trabajos. 💖 ¿ A que le estoy prestando atención en mi vida?